El requisito general y más conocido en relación con los humos y vahos producidos en la cocción de alimentos es que éstos deben ser conducidos al exterior por un sistema de extracción que disponga de filtros retenedores de grasas (generalmente están en la campana), y que su expulsión se deba realizar por la cubierta del edificio, en un punto que supere como mínimo en 1 metro de altura cualquier edificio en 10 a la redonda, con centro en el eje de la chimenea.

Estas condiciones son la que podríamos llamar «de estándar mínimo”, puede haber variaciones al alza según el tipo de combustible utilizado o el municipio, pero en ningún caso se permite realizar vertidos directamente por la fachada, ni a un patio interior, ni a nada parecido, la chimenea debe ascender hasta la cubierta.